El sorprendente mundo de Sandro...

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20 de noviembre de 2011

Curiosidades


El paseo de la fama del Hotel Hermitage de Mar del Plata se llama Roberto Sánchez


El tradicional paseo de la fama frente al hotel, donde los notables dejan la estampa de sus manos, fue bautizado el 1 de junio de 2010 con el nombre de Roberto Sánchez. El Gitano había puesto sus manos en 1989.
Comenzó a actuar con éxito en esa ciudad en la década del ’70 en clubes y locales céntricos. Era la época en que aún desataba grandes pasiones y, a la vez, fuertes críticas. El fervor de sus fanáticas obligaba a montar dispositivos para sacarlo de los locales donde actuaba.

Desde la década del ’80 sus actuaciones en el teatro del Hotel Hermitage se convirtieron en un clásico de las temporadas marplatenses. Tales presentaciones le valieron la obtención del premio Estrella de Mar en 1991. En un emotivo reportaje realizado en 2006 expresó sus deseos de regresar alguna vez a esa ciudad. No pudo cumplirlo.
Una de sus múltiples visitas a Mar del Plata se produjo en julio de 1980 para realizar una serie de recitales en el teatro Opera. Sandro, vistiendo elegante montgomery, dialogó con LA CAPITAL en el aeropuerto local y reveló detalles de la espectacular puesta en escena. Esta incluía equipos con 36 canales de sonido, consola de iluminación computarizada con 96 cambios automáticos, seguidores, luces estereoscópicas, seis máquinas de humo y un cartel con 1156 lámparas que enmarcaron el escenario.
En aquella oportunidad Sandro anticipó: “El mes próximo empezaré a grabar mi nuevo LP. Precisamente, hay una canción que nació en Mar del Plata, que se llama “El loco del violín”, un personaje que recorrió las calles de esta ciudad durante muchos años, más precisamente por la rambla, tocando un destartalado violín con tres cuerdas”.

Un cuarto de siglo después, en julio de 2006, cuando ya estaba seriamente afectado por problemas de salud, Sandro sorprendió al periodista y locutor Ricardo Pérez Bastida, a quien lo unía una larga y estrecha amistad. El Gitano llamó a Pérez Bastida a LU6, Emisora Atlántica, para saludarlo por el Día del Amigo, con lo cual rompió un largo silencio después de una de sus convalecencias.
“Si Dios me da la posibilidad de volver a pisar el escenario, espero volver a hacerme otra pasadita por allá, porque la verdad es que uno extraña el verano”, dijo Sandro, pero esta parte de su sueño no llegó a cumplirse. “Digamos que el Hermitage y yo éramos una sola cosa. Era como Sinatra en el Cesar Palace”, aseguró Sandro en aquella oportunidad. Y tan cierta era su afirmación, que en el tradicional hotel hay una suite que lleva su nombre y que fue íntegramente decorada por el popular artista.

“Ojalá pueda estar en esa ciudad que pisé cuando tenía 14 años y me quedé enamoradísimo. Eran épocas en que se fumaban cigarrillos negros, se usaban alpargatas y los sweaters se anudaban a la cintura”, recordó en aquella charla al aire que marcó su último contacto afectivo con Mar del Plata.


Fuente: http://historiademardelplata.com/